El cateo simultáneo de varias propiedades vinculadas a Naasón Joaquín García, líder de La Luz del Mundo, y a su madre, Eva García, en Los Ángeles, reveló una red de bienes, evidencias y presuntos delitos que involucran a figuras clave de la organización religiosa.

 

Mientras Naasón Joaquín enfrentaba cargos en una corte de Manhattan, agentes de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y del Servicio de Impuestos Internos (IRS) irrumpieron en una mansión de tres niveles propiedad de Eva García y en una vivienda contigua atribuida al propio líder religioso, según reportó Univisión.

 

El operativo, que se desarrolló en un ambiente tenso por la presencia de fieles que custodiaban las residencias, se produjo tras el arresto de Eva García el 10 de septiembre en California.

 

Durante la intervención, los agentes salieron de las viviendas con cajas rotuladas como “evidencia”, lo que reflejó la magnitud de los hallazgos.

 

En la residencia de Eva García, las autoridades incautaron más de 1 millón de dólares en efectivo, además de euros, dólares canadienses, monedas de oro, piezas de platino, relojes de lujo y joyas.

 

También localizaron un compartimento oculto con 220 mil dólares adicionales, joyas, una memoria USB de jade y más monedas de oro.

 

Por su parte, en la vivienda de Naasón Joaquín, los investigadores encontraron juguetes sexuales y lencería que, de acuerdo con las autoridades, coinciden con los objetos utilizados durante los abusos sexuales y la producción de pornografía infantil que se le imputan al líder religioso.

 

El papel de Eva García y la red de colaboradores

 

El papel de Eva García, según la información del medio citado, no se limitó a la protección de su hijo. La madre de Naasón también habría encubierto los delitos cometidos por su esposo, Samuel Joaquín Flores, exlíder de la congregación.

 

Además, se le atribuye la coordinación, junto a cuatro colaboradores, del traslado de víctimas a países como Estados Unidos, México, Malasia, España, Reino Unido, Portugal, Polonia, Sudáfrica y Australia, con el objetivo de ponerlas a disposición de los llamados “apóstoles” de la iglesia.

 

Eva García también se benefició del trabajo forzado de fieles que, sin recibir remuneración, desempeñaban funciones de niñeras, ayudantes, contadores y personal de limpieza en su residencia californiana.

 

Mientras las autoridades ejecutaban los cateos, un grupo de fieles de La Luz del Mundo se congregó en un templo cercano para rezar por Naasón Joaquín, tras la difusión de rumores sobre su situación en prisión.

 

Según medios estadounidenses, la escena contrastó la devoción de los seguidores con la contundencia del operativo policial. Muchos de los fieles expresaron su incredulidad ante las acusaciones y manifestaron su convicción de que Naasón Joaquín es inocente. Algunos incluso lo compararon con Jesucristo, asegurando que los sufrimientos del líder religioso son equiparables a los que vivió la figura central del cristianismo.

 

Encubrimiento y manipulación de pruebas

Los antecedentes de la iglesia y la magnitud de los delitos investigados han quedado reflejados en los testimonios y hallazgos de las autoridades.

 

El modus operandi incluía el traslado internacional de víctimas y la explotación laboral de los fieles, quienes, según Ángel Hernández, permanecían a disposición de los líderes religiosos. La investigación también ha puesto en evidencia la participación de otros familiares y colaboradores en el encubrimiento y manipulación de pruebas.

 

Entre los implicados destaca Joram Joaquín, sobrino de Naasón, señalado como uno de los principales responsables de ocultar y destruir evidencias tras el arresto del líder religioso.

 

Silem García Peña, otro colaborador, habría mantenido cautiva a una víctima en Estados Unidos y posteriormente la trasladó a Guadalajara, donde permaneció bajo vigilancia armada durante varios meses. De acuerdo con la información del periodista, Joram se hizo pasar por abogado de la iglesia y presionó a víctimas para que firmaran declaraciones exculpatorias a favor de Naasón Joaquín, una de las cuales llegó a manos de la fiscalía.